Art铆culos, Blog

La universidad frente a la crisis social

Posted by Juan Carlos Y谩帽ez Velazco

Los problemas de la sociedad interpelan a las universidades. Que las universidades se sientan aludidas es cosa distinta.

En las d茅cadas reciente, la mayor resonancia de ese imperativo quiz谩 brot贸 de Par铆s en 1989, durante la Conferencia Mundial sobre la Educaci贸n Superior. El art铆culo 6 de la Declaraci贸n emitida el 9 de octubre es un mandato inapelable; transcribo casi completos los cuatro incisos que lo componen, por su urgencia en una sociedad convulsionada por los lacerantes problemas de violencia, inseguridad, fragilidad econ贸mica e impunidad.

a) La pertinencia de la educaci贸n superior debe evaluarse en funci贸n de la adecuaci贸n entre lo que la sociedad espera de las instituciones y lo que 茅stas hacen. Ello requiere normas 茅ticas, imparcialidad pol铆tica, capacidad cr铆tica y, al mismo tiempo, una mejor articulaci贸n con los problemas de la sociedad y del mundo del trabajo, fundando las orientaciones a largo plazo en objetivos y necesidades societales, comprendidos el respeto de las culturas y la protecci贸n del medio ambiente.

b) La educaci贸n superior debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad, y m谩s concretamente sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades, principalmente mediante un planteamiento interdisciplinario y transdisciplinario.

c) La educaci贸n superior debe aumentar su contribuci贸n al desarrollo del conjunto del sistema educativo, sobre todo mejorando la formaci贸n del personal docente, la elaboraci贸n de planes de estudio e investigaci贸n educativa.

d) La educaci贸n superior deber铆a apuntar a la creaci贸n de una nueva sociedad no violenta y de la que est茅 excluida la explotaci贸n, formada por personas cultas, motivadas e integradas, movidas por el amor hacia la humanidad y guiadas por la sabidur铆a.

Adem谩s de la necesaria revisi贸n de prioridades, pol铆ticas y actuaciones, las universidades p煤blicas, cada una y en su conjunto, deben examinar con rigor cada peso ejercido en sus instalaciones y programas, sea para investigaci贸n, docencia, difusi贸n de la cultura o la administraci贸n. El tema de fondo es muy relevante, por eso complejo; en Estados Unidos, seg煤n ilustra Philip G. Altbach, forma parte de un debate 谩lgido: 驴cu谩l es la mezcla adecuada entre autonom铆a acad茅mica y responsabilidad social?

Nunca hubo tiempo ni dinero que perder en las universidades; jam谩s se justific贸 una universidad de espaldas a la realidad social, pero hoy, menos que nunca. Y como nunca, se vuelve un grito potente lo declarado por el rector honorario de la Universidad de Lisboa, Ant贸nio N贸voa: es impensable la universidad sin el ejercicio del pensamiento cr铆tico. Y ese ejercicio solo puede realizarse con autoridad moral desde la coherencia, conjugada con rigor y transparencia.

Las universidades p煤blicas no son negocios privados o de grupos, y su trascendencia en pa铆ses como el nuestro es m谩xima cuando la sociedad enfrenta niveles mayores de turbaci贸n. Es de las universidades de donde cabe esperar siempre las luces de la inteligencia y la cultura, aunque la historia no siempre les d茅 la raz贸n, ni respalda esa ilusi贸n.

Related Post

Leave A Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende c贸mo se procesan los datos de tus comentarios.