15 de noviembre. Días de tranquilidad en el clima, solo agitados con la mudanza que nos llevó de Santa Fe a Córdoba. En la primera ciudad terminó una etapa de nuestro viaje y se abre una distinta, de reencuentros, de recordaciones (así dicho en esta región), de volver a caminar calles, respirar aires y olores sabidos, de revivir la ciudad y la Universidad Nacional. Apenas a la llegada mi agenda de la semana tiene copados cuatro días de aprendizajes, sobre todo con el I Congreso Internacional de Ciencias Sociales y Humanidades. Perspectivas y debates actuales a 30 años de la democracia. Pero de eso escribiré en otro momento.
Ayer, cuando moría la tarde, la ciudad nos recibió con una nube de calor que teníamos extraviada en la memoria. Aunque para hoy, viernes, se pronosticaba un día lluvioso (tembló y llovió en la madrugada), la mañana está soleada, fresca al amanecer y limpia en el cielo, con fuertes vientos que escucho a través de las puertas del balcón cerradas.
El fin de semana seguirá mi tranquilidad, alentada por tres libros. En el viaje a Córdoba empecé a leer La narrativa en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación compilado por Hunter McEwan y Kieran Egan. Desde hace días estoy enfrascado en la lectura de una biografía crítica del poeta español Miguel Hernández. Con algunas reticencias avanzo y terminaré en los próximos días, pues esta clase de temas tienen espacios fuera de los horarios habituales de trabajo. Esta mañana, con el primer mate en el retorno a Córdoba, La Docta, comienzo la lectura del libro hecho a propósito del VI Foro Escuela ciudadana y ciudad educadora, realizado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hace tres años.
Ahora mi familia duerme plácidamente mientras escribo frente a nuevos horizontes físicos (desde este séptimo piso) y metafóricos. Ellos descansan y yo, de alguna forma, trabajando descanso. A ellos les gustó nuestro nuevo departamento temporal, y anoche empezaron a disfrutar la ciudad. A mí me gusta la conjunción de afinidades.
Como podrán apreciar en estas pocas palabras, mi pronóstico del tiempo vital es favorable.
Córdoba