Conocí el Festival del Volcán antes de su erupción. El autor intelectual, Davide Arena, entonces director de Cultura del Ayuntamiento de Colima, me buscó para invitarme a participar en la experiencia desde un ángulo distante a los espectáculos que se instalan en el corazón de la capital y trastocan gozosamente la vida pública, por lo menos durante algunos días, aunque la persistencia podría resultar un definitivo punto y aparte en el horizonte cultural colimense.
Pocas semanas antes del anuncio, en su oficina, Davide me mostró los primeros carteles del Festival, el programa general y los detalles de la gestación. Me pareció un proyecto formidable y la historia breve lo confirma. La manera como lo idearon y concretaron es un caso para reconocerse públicamente.
A Davide lo conocí gracias a un querido amigo, Pedro Vives, argentino, quien nos reunió, como a muchos otros, en unos de sus cumpleaños para festejarse con un asado espectacular en el restaurante donde comí y cené durante varios años la mejor carne de Colima, siempre con agradable compañía y tangos en el sonido ambiente.
Davide fue el creador del Festival del Volcán que, felizmente, sobrevivió a la nueva administración. Su nombre tendría que ser distinguido, porque el triunfo, se dice, tiene muchos padres y patrocinadores, pero la iniciativa es única y la valentía para sostenerla, admirable.
Ojalá el Festival siga siendo de todos y no para el lucimiento individual del alcalde en turno y que en esta edición, o en las próximas, reconozcan a quienes tuvieron la idea y la realizaron.
Desde aquí un abrazo solidario y admirado a Davide, mientras llega la ocasión de hacerlo personalmente.
Villa de Álvarez, Col., a 27 de mayo de 2019
Hola Juan Carlos, buena noche, fui a ver a Los Ángeles azules y hubo muchísima gente, me gustaría que este evento fuera en las instalaciones de la feria de Colima, ahí hay mejor infraestructura para el festival, saludos
Hola Javier:
Saludos. Es una buena idea; a mí me gusta donde se hace. Las ciudades y los pueblos tienen que ser recuperados por la gente, tenemos que volver a andar las calles así, por disfrute y sin prisa.
Mi admiración y respeto para el GRAN Davide Arena, gran inteligencia y sentido humano, una excelente persona.