No creo en los libros de superación profesional. No los leo, pero tampoco los abomino, ni a sus lectores, que los convierten (a autores y libros) en fenómenos editoriales de ventas. Cada cual elige
El título de mi próximo libro es el mismo de esta colaboración: La escuela que soñamos. Hace unas horas entregué a Puertabierta, editorial colimense, las últimas correcciones. La escuela que
Eugenia Rico, escritora española, en su cuenta de Twitter preguntó: ¿qué pasaría si los autores tuvieran que leer sus obras? Provocación pura. Podríamos agregar otras interrogantes:
He tenido una dura jornada laboral, desde las 8 y hasta ahora, que llego a casa. Cansado, sí; un poco aburrido, también. Sin haber comido todavía. Puesto a confesar liviandades: decepcionado. Me
Las fechas de abundante fútbol que observamos en Europa y América, de calidades disímiles, han dejado momentos gratos y un gran hueco en el estómago con el anuncio de que el mejor jugador del