Durante la semana dediqué algunas horas de la mañana a leer sobre el budismo. Hoy temprano conocí la historia de Siddharta Gautama, su vida y la transformación experimentada para convertirse en Buda.
La historia de estas búsquedas, antes Confucio, hoy Buda, tiene distintas motivaciones. La pública es el estudio de la universidad en el Mundo Antiguo: Mesopotamia, Egipto, Roma, Grecia, la Universidad Imperial en China y el Islam.
No voy a escribir sobre la historia de la universidad, sino a imaginarla en las próximas dos décadas del siglo, pero he creído que valía la pena hurgar en la geografía y culturas donde nacieron las artes, la filosofía y las ciencias.
Mientras estudio aquellos temas, en paralelo tomé el camino hacia los sutras de Buda. Y como Tathagata (así se refería a sí mismo) enseña que la brevedad es virtud suprema, como el silencio, abrevio la página dominical.