Mi tiempo de lectura de noticias cambió en los últimos dÃas: creció y se volvió casi monotemático.
Twitter está resultando un filtro eficaz, aunque de pronto se cuelan las estupideces cada vez más intolerables (para mÃ) entre adversarios y fanáticos del presidente López Obrador. Nunca leà tanto como en estas horas sobre virus y medicina; nunca vi con tanto interés entrevistas con médicos o cientÃficos españoles, rusos, estadounidenses o chinos.
Hoy, sin embargo, mi frenesà informativo se deprimió en la tercera hora. Me abrumé. En algún momento pensé que era suficiente, que ya no soportaba más leer las predicciones de cientÃficos serios. El túnel parece tener una salida muy lejana y lo peor se acerca. Paré la lectura, cerré la pantalla y abrà la computadora para seguir con mi capÃtulo sobre las escuelas de Colima.