Diez años atrás nació Mariana Belén. Ella debía llegar el 5 de diciembre, el mismo día que nací muchos años atrás. Su locuacidad la precipitó treinta días. Es el primer sol que hoy calienta mi planeta, la vida entera. La inesperada paternidad fue un remolino de sensaciones que no terminan de sorprenderme y desgajarme emocionalmente, un día sí, otro también, casi todos.
En el amor, y no soy teórico ni práctico en esa materia, no hay límites. Es infinito, inquebrantable. Y cada día te sorprende para volverte tan frágil como hojas de hierba o pequeñas florecillas arrastradas por el viento. Como raíces tan fuertes para soportar los peores vendavales, los que vienen de la condición humana y sus peores vicios.
Los hijos son bendiciones de la naturaleza. O de algo, o de alguien.
Respeto absolutamente a quienes deciden no tenerlos; preciso: me importan muy poquito sus razones y decisiones. Me quedo con las mías, como debe ser en cada ámbito de la vida. Mariana primero, Juan Carlos después, son los motivos más monumentales. Y cada mañana o cada noche es especial por sus sonrisas y sus enojos, por su amor y porque le dan sentido al mío. Los quiero hoy que son ternura pura, pero los voy a querer más cuando sean pura rebeldía y desconcierto.
1J Leslie Jordana Fernández Moreno
1.- I have no children yet, but I guess if you are the greatest happiness of a parent.
2.- In my case my mom and dad have told me, because I’m the oldest.
3.- In the future I hope to have my children and to understand more fully own skin and feel that feeling.
4.- Respect also to people who do not want children, but because if they do not want, to watch, since I’m not in favor of abortion.