Antes de la pandemia la caminata matutina era un hábito disfrutable. Luego paré. El miedo y la angustia nos dominaban. VolvÃ, o intenté. No fue igual. Intermitente, iba y venÃa por las calles,
A Elizabeth Romero Santana la conocà en los pasillos de la Facultad de PedagogÃa. Conservo gratos recuerdos: atenta, respetuosa, diligente en sus labores, inteligente. Siempre alegre, de risa
Esta tarde soleada de viernes o sábado, no sé con exactitud, sentado frente al mar, en una playa con la cantidad mÃnima de gente, tomo mi libro de Juan José Millás y Juan Luis Arsuaga: La
En los últimos años, incitado e invitado por Laura, hemos hecho del campamento un momento indispensable de desconexión casi absoluta por unos dÃas. No hay televisiones, computadoras, deberes
Esta mañana, antes de empezar mi jornada dominical, abro mi cuenta de correo electrónico. Un mensaje y varias promociones aguardan. El primero es de Avaaz, una red global de 70 millones de
