El fin de semana me zambullà en recuerdos juveniles. Fue de repente, pero vinieron como rÃo furioso y asà desaparecieron. Cuando imagino de mis breves dÃas* se me revuelven los sentimientos,
Sábado. Hoy no trabajo. Salà a caminar a la misma plaza de cada mañana. El desfile humano es menor. El clima es fresco por la lluvia de la madrugada. Desperté temprano y me asaltó la idea de
La lluvia de anoche fue despiadada con los árboles. En el camino a la plaza observo desde el auto las ramas, los árboles arrancados o doblados y las hojas caÃdas tapizando las calles. Desde casa
El fin de semana ordené una parte de la casa. Una casa normal, pequeña más bien, con tres recámaras, una sala, un comedor, un pequeño patio que merecÃa más atenciones y la terraza minimalista
Hace dos dÃas, al llegar a casa, me sorprendió la imagen de un hombre joven frente a la puerta. Hurgaba entre las plantas, que ahora crecen presurosas por las lluvias. -¿Qué haces? -le pregunté
