El martes 28 leo, a mitad de la tarde, noticias del lunes 27. No es habitual, ni recomendable, pero encontré notas que me parecieron útiles para el seguimiento de ciertos temas.
En Afmedios encontré un interesante artículo sobre la pobreza en Colima. El título es sugerente y me parece que Arnoldo Delgadillo, el autor, pudo sacar más provecho de las cifras mostradas. Pero el contenido, bien. En resumen, si no leyeron, les repito: 770 mil pesos costó sacar a cada uno de los tres mil colimenses de la pobreza extrema. El resultado es producto de la división de los 2,310 millones de pesos invertidos entre los tres mil colimenses que abandonaron el territorio de la miseria entre 2013 y 2014, según informó el órgano oficial (CONEVAL) responsable de medir avances (y retrocesos) en la materia.
Las cifras no son espectaculares, menos si se sigue leyendo que entre 2012 y 2014 el número de pobres en Colima pasó de 237 a 244 mil 900 personas. Como sucedió en otros países, la pobreza es tan aguda que aunque se reduzca en porcentajes, el número de pobres no para de crecer, y es que en Colima la pobreza disminuyó de 34.4 a 34.2 por ciento, pero no el número absoluto de pobres.
Por otro lado, varios medios tunden con la nota sobre el porcentaje de maestros colimenses “no idóneos” en prueba reciente para la búsqueda de plazas. Y casi de inmediato leo también sobre las fabulosas medallas de los deportistas mexicanos en los Juegos Panamericanos. El contraste es notorio. Los maestros de Colima están entre los cuatro mejores; o menos peores, si quieren ponerlo en tono alarmista. A pesar de su altísimo porcentaje (se infiere del tono tremendista) de “no idóneos” se ubica en los primeros lugares del país; entre los de mejor desempeño, al 7.96 por ciento de los maestros colimenses lo supera solamente el 10.07 por ciento de los maestros de Baja California Sur. En el comparativo de los maestros de Colima con el promedio nacional, también los nuestros son mejores. ¡Cuestión de enfoque!
Los deportistas mexicanos, en cambio, con su gran cosecha de medallas, alcanzaron el sexto lugar y eso deslumbra a medios y periodistas. ¡Sexto lugar! A ver, ¿cuántos países de nuestro continente tienen mejor infraestructura e inversión que México en materia deportiva? ¿No cabría esperar que los mexicanos estuvieran peleando los tres primeros lugares? En fin. ¿Cuestión de enfoques?
Por lo pronto, personalmente estoy contento. Esta semana me reintegro como colaborador del periódico de la Universidad de Colima, El Comentario. Allí podremos leernos todos los miércoles.