Su nombre al nacer fue Giulio Mazarini (también se reconocen: Mazzarini y Mazarino). Italiano. Nacionalizado francés adoptó otro: Jules Mazarin. Es conocido en la historia como cardenal Mazarino, aunque fue laico. Nació en Pescina, Abruzos, el 14 de julio de 1602; murió en Vincennes el 9 de marzo de 1661.
Brillante desde edad temprana como alumno en colegio jesuita, fue diplomático para la Santa Sede, en Roma. En esas tareas conoció al temible cardenal Richelieu y a Luis XIII. Enviado a una nunciatura en París estrechó relaciones hasta sustituir a Richeliu. Con el ascenso al trono de Luis XIV, de 5 años de edad, Mazarino gobernó Francia en medio de fuerte oposición.
El cardenal Mazarino reunió en Breviario de los políticos su sapiencia en el arte de las intrigas y las batallas políticas. El libro se proclama como un “descarnado y cínico manual de comportamiento para conseguir poder y conservarlo”.
Sus primeras líneas lo resumen casi todo: simula y disimula, es decir, conócete a ti mismo y conoce a los demás. Pero, mejor, repásenlo directamente.
Ve con cuidado en todo lo que hagas y no dejes de actuar cuidadosamente.
Toma nota de cada uno de tus defectos para tenerlos siempre en mente y poder ejercer sobre ti una vigilancia estrecha.
Nunca reveles a nadie tus secretos, pero averigua los de los otros.
Observa con quién se relaciona cada uno, pues a los hombres se los conoce porque quienes van con ellos.
Una señal de que un hombre es malvado es que se contradiga constantemente.
A los presumidos que elogian constantemente lo suyo no hay que temerlos demasiado.
Reconocerás al nuevo rico, salido de las más extrema pobreza, en que su única obsesión es la comida y la vestimenta, pues los pobres, cuando se vuelven ricos, aspiran a conseguir tales bienes en vez de honores.
Reconocerás al hombre honrado y piadoso por la armonía que hay en su vida, por su falta de ambición y por su desdén por alcanzar una posición de mayor rango. No habrá en él falsa modestia ni artificio en ningún aspecto.
No te fíes del que hace promesas con facilidad: es un mentiroso y un impostor.
Guárdate de los hombres de baja estatura: son tozudos y soberbios.
Es un hipócrita el que habla a favor o en contra de un mismo asunto según las circunstancias.