I. El jueves llegué a mi habitación cansado, pero con tareas. Había oscurecido en San Juan de Alima, Michoacán. En la mañana tenía la conferencia; estaba lista, revisada de principio a fin, y
El fin de semana, volando de Monterrey a Ciudad de México, leí las páginas finales de Una educación, la autobiografía de Tara Westover. Aunque han pasado 48 horas desde entonces, me persigue la
Volví a las actividades laborales en la Universidad. Fue un día de trabajo intenso por la larga reunión de profesores en la facultad para conocer y repasar asuntos de interés colectivo; nos
Esta mañana fresca, en una pausa de la corrección de mi libro, leí las últimas páginas de El miedo del portero al penalti, de Peter Handke. Desde las líneas iniciales me sorprendió la
Pasadas las primeras horas del 2020 entre sueños recortados, volví a la mesa del estudio. La tarea ahora y en un par de días es pasar las correcciones del papel a la versión electrónica, la V8,