Se terminó este mes, que los memes calificaron de mil formas, como el más largo de la década, entre otras genialidades que parieron las benditas redes sociales. Para algunos de los profesores e instituciones educativas, enero fue de preparaciones, reuniones y puestas a punto.
El martes muchos volveremos a las aulas para el comienzo de otro ciclo. AsĂ será en la Universidad de Colima. Por la tarde tendrĂ© mi primera clase, y luego el jueves. Dos dĂas a la semana, como el ciclo previo.
Las vacaciones estudiantiles fueron todo menos un paseo entre los jardines del ocio. Aproveché para recuperar tareas atrasadas, avanzar proyectos y emprender un programa de lecturas sobre la escritura. Fue el periodo más intenso que recuerdo en un buen rato, pues tuve que impartir conferencias y mini talleres en varias instituciones educativas, con saldo estimulante. Aunque no sé si lo repetiré, porque el cansancio me desplomó este fin de semana, cuando ya avizoro nuevos compromisos.
Mientras llega el martes con su trajĂn, estos dĂas frescos en Colima serán lo más parecidos a una convalecencia luego de un largo mal. En momentos asĂ, me encantarĂa tener la varita mágica para elegir noches largas y dĂas brevĂsimos.
