Antes de salir a la oficina y encerrarme ocho horas entre papeles, aire acondicionado veleidoso y malos humores alrededor, reviso mi correo electrónico. Solo un mensaje quiero leer. Y buenas
Un par de líneas detienen mi lectura matinal: “Entre los doce dignatarios nazis que decidieron crear los campos de exterminio más de la mitad tenían un doctorado”. Levanto los ojos de la
Lunes después de vacaciones. La avenida frente a mi banca en la plaza se volvió a llenar de niños poco antes del timbre escolar. La silenciosa calle de las semanas pasadas se fue cargando de la
Cada semana paso a la misma miscelánea para comprar los faltantes en la despensa. Limones, manzanas, chocolate, tortillas, queso, leche, cosas así. Prefiero comprar ahí que en los supermercados,
El primero y el tercer domingo de cada mes hablo con mi hija. Ella me llama cuando lo decide, siempre antes de la comida. No hay una hora fija, sólo el acuerdo de que hablemos. Habitualmente me