Stépanhe Hessel, héroe de la Resistencia francesa durante la Segunda Guerra Mundial y uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), escribió un texto que está siendo leído profusamente en Europa, en especial por los jóvenes, a quienes lo dirige el diplomático y escritor nacido en Berlín (1917).
El opúsculo se titula “¡Indignaos!” (“Indignez vous!”). Apareció en Francia para la navidad de 2010 y en marzo de este año se publicó en español. Con ventas de millones de ejemplares y distribución por las redes es imposible conocer su penetración, pero las protestas que sacuden España estos días y el Movimiento de indignados 15-M encontraron inspiración en sus ideas.
La edición castellana es prologada magistralmente por José Luis Sampedro, quien así la presenta: “¡INDIGNAOS! Un grito, un toque de clarín que interrumpe el tráfico callejero y obliga a levantar la vista a los reunidos en la plaza. Como la sirena que anunciaba la cercanía de aquellos bombarderos: una alerta para no bajar la guardia… ¡INDIGNAOS!, les dice Hessel a los jóvenes, porque de la indignación nace la voluntad de compromiso con la historia. De la indignación nació la Resistencia contra el nazismo y de la indignación tiene que salir hoy la resistencia contra la dictadura de los mercados”.
“¡Indignaos!” es un llamado a la acción contra el inmovilismo excluyente; a rechazar las inequidades que sufren millones de habitantes del planeta. Es un poderoso argumento en favor de la dignidad. Un antídoto contra la desmemoria. Una proclama no violenta: “Estoy convencido que el futuro pertenece a la no-violencia, a la conciliación de las diferentes culturas. Por esta vía la humanidad deberá franquear su próxima etapa… El terrorismo no es eficaz. En la noción de eficacia, es necesaria una esperanza no-violenta”.
“¡Indignaos!” es, también, el recordatorio de un imperativo de la condición humana. La denuncia de actitudes egoístas: “La gran diferencia que existe entre los muy pobres y los muy ricos… no deja de crecer. Se trata de una innovación de los siglos XX y XXI. Los muy pobres del mundo de hoy ganan apenas dos dólares al día. No se puede dejar que esta diferencia se haga más profunda todavía. La constatación de este hecho debería suscitar por sí misma un compromiso.”
Prisionero en campos de concentración nazis, de donde salió para colaborar al lado de hombres extraordinarios en la redacción de los derechos universales, Hessel dirige su mensaje sin cortapisas: “A los jóvenes, les digo: mirad alrededor de vosotros, encontraréis temas que justifiquen vuestra indignación –el trato que se da a los inmigrantes, a los indocumentados, a los gitanos. Encontraréis situaciones concretas que os empujarán a llevar a cabo una acción ciudadana de importancia. ¡Buscad y encontraréis!”.
Hagamos un llamado, concluye Hessel, a una insurrección pacífica contra los medios de comunicación de masas que proponen como horizonte el consumismo de masas, el desprecio de los más débiles, de la cultura y enaltecen la competencia de todos contra todos. La peor de las actitudes, dice a los jóvenes del siglo XXI, es la indiferencia. Twitter@soyyanez
Fuente: Periódico El Comentario