Leo en Twitter que el fin de semana médicos de Jalisco protestaron ante la Secretaría de Salud para exigir la vacunación al personal de instituciones públicas y privadas. En automático hilé imágenes y notas. Recordé la declaración del gobierno federal: no hay vacunas para los médicos de hospitales privados. No me sorprende.
Desde hace tiempo leímos estadísticas elocuentes: el porcentaje de enfermos de COVID-19 que se recupera en clínicas privadas es muy superior al de las públicas. A un costo altísimo, por supuesto. La diferencia no es la competencia profesional de los médicos del ejercicio privado, sino las condiciones, lo sabemos.
Que el gobierno federal no vacune a los médicos de hospitales privados, que no vacune a todos sin distinción entre el ejercicio profesional en uno u otro sector es una medida irracional e indignante.
Presenciamos otra de las muestras fehacientes de la insensibilidad que dirige la batalla contra la pandemia.