No quitaré a nadie el tiempo impunemente, y ni aunque me lo pida ese u otro nadie, le daré el mío.
Mi muro de Facebook no será tablero de anuncios comerciales.
Sólo retuitearé aquellos mensajes que haya leído en forma total y crea que otros deben conocer.
…igual: jamás pondré “Me gusta” en comentarios que no haya leído cabalmente.
No usaré las redes sociales para ligar, flirtear o galanear (ni con otros verbos y actividades vecinas) .
En otras palabras: no busco novia, amiga con derechos, esposa, amante, ni mujer que me mantenga.
La pornografía no está en mis listas de prioridades o gustos.
Jamás escribiré un mensaje nada más para serle simpático a ese tipo, o a aquellos, ni siquiera al que me mira en el espejo. (Menos al canalla ese que cree que me castiga si no me saluda).
…mucho menos para ganarme un abrazo público de los que gobiernan.
No daré en Facebook “Me gusta” a un comentario mío, ni aunque me guste.
No fastidiaré a nadie enviándole directamente mis artículos o entradas personales al blog.
No calificaré a nadie de mentiroso o corrupto si no tengo pruebas, ni llamaré a nadie “hijo de puta” aunque me conste.
No dedicaré más tiempo a redes sociales que a la lectura de libros.
No usaré las redes sociales como buzón de quejas o reclamos.
No responderé insultos de personas que conozca, y de los que no conozca, tampoco.
No entraré a hurgar en los perfiles y fotos de nadie.
No practicaré el chisme bajo ninguna circunstancia.
No perderé el tiempo en explicaciones a imbéciles.
Consciente de que varios me siguen y leen nada más para ver en qué piedra tropiezo, les daré el gusto de seguir siendo franco.
Jamás “bajaré” una canción de Jenni Rivera. Entre paréntesis: para que no se enojen y reclamen sus fans debo aclarar que, desconocida para mí antes de su muerte, ya escuché por doquier una buena parte de las millones de copias de discos que vendió en su vida.
Empezaré el año borrando la carpeta de enemigos, rivales, adversarios, cobardes y traidores. Son muchos y yo no tengo tiempo ni ganas.
…pero si no puedo evitar la confrontación, pues no tendré más remedio.
Limpiaré mensualmente mis contactos en Twitter para eliminar a todos aquellos (y aquellas, que abundan también) que solo tengan espacio para escribir estupideces creyendo que son genialidades.
No daré “follow” a nadie en Twitter solo para que me sigan.
Después de encender mi teléfono celular (móvil, dicen en otras latitudes) no abriré mi Twitter solo para ver cuantos nuevos seguidores tengo.
No sufriré ni maldeciré por cada unfollow que me propinen.
Disfrutaré cada momento que pueda en redes sociales, y cuando deba estar lejos tres, cuatro, siete días, pues me iré más lejos todo ese tiempo.
Entre la vida real y las redes sociales, siempre preferiré la realidad real.
Ah, olvidaba el primero: la educación será el tema central de mi actividad. Seguiré, como desde hace dos décadas, luchando por la educación pública y la dignidad de los profesores (que incluye a profesoras).
Roberto Neo
Están muy buenos sus propósitos y hay muchos que me gustaría practicar, Saludos
Juan Carlos Yáñez Velazco
Gracias Roberto, adelante. ¡Son tuyos!