Esta mañana comencé a leer Curso urgente de política para gente decente, libro del político y politólogo español Juan Carlos Monedero.

El multifacético profesor de la Universidad Complutense de Madrid no solo es un destacado intelectual, también activista fundador de Podemos, el movimiento que sacude el monopolio bipartidista español.

En las páginas iniciales de la obra citada, Monedero mezcla su conocimiento teórico con la experiencia práctica, que amalgama un texto de fácil lectura y provocador.

Sus primeras palabras son buena muestra:

Si queremos que las ideas se hagan ciudad, necesitamos reinventar las palabras de la política, revisar las entradas del casco antiguo, comunicar entre sí las grandes avenidas… No es igual escuchar ‘democracia’ y pensar ‘yo soy el pueblo, yo soy quien manda’ que interiorizar: ‘Vota y dentro de cuatro años hablamos’.

Enseguida comparto tres citas más, adecuadas para los momentos políticos que vivimos en Colima.

Vivimos un tiempo en el que la gente decente anda perpleja, y los canallas, envalentonados.

Hay una relación directamente proporcional entre la adaptación de los canallas y la desadaptación de los humildes.

Luis Napoleón Bonaparte se lo dijo en 1848 a los demás dirigentes europeos: No tengáis miedo al sufragio universal. Bien manipulados, los pobres nos votarán a nosotros y, además, estarán más satisfechos.

No tengo tiempo ya para escribir. Me esperan las páginas de Monedero y otras que he pospuesto, pero se termina el fin de semana y debo agotarlas.