En el Congreso del paĂs más poderoso del mundo hoy escuchamos un discurso memorable. Y la expresiĂłn ya es tĂłpica desde antes del acto. Podrá haber mejores discursos, más elocuentes oradores, pero junto, difĂcilmente.
La voz pausada y suave del Papa que llegĂł del fin del mundo retumbĂł atronadora. Lo afirma un no creyente, no practicante, no aficionado a las misas dominicales desde el siglo pasado.
Sin estridencias, con un mensaje profundamente polĂtico, en tonos casi tiernos, el Papa dictĂł cátedra. Más allá de religiones y fobias, el hombre, Jorge Mario Bergoglio, confirma que sin prisa pero firme erige una de las personalidades más influyentes de la primera mitad del siglo. Su habilidad fue capaz de acercar extremos otrora irreconciliables, como Estados Unidos y Cuba; o coadyuvar al acercamiento entre las FARC y el gobierno colombiano.
Lo que hoy vivimos es un pasaje que recordará la historia dentro de muchos años. Lo que pasĂł adentro, frente al Congreso, donde algunos diputados no pudieron esconder el llanto, o afuera, con el impresionante gesto simbĂłlico de dirigir un mensaje desde el corazĂłn polĂtico de los Estados Unidos en español. SĂ, en ese idioma que hoy la virulencia de Donald Trump ha vuelto pecaminoso para millones en ese paĂs. Pues allĂ, el Papa argentino sin contemplaciones saludĂł en la lengua cervantina. ÂżAlguien duda del valor enorme de esos dos minutos?
Al principio de su histĂłrico discurso el cardenal que recorrĂa en transporte colectivo las calles de Buenos Aires para encontrarse con los más pobres, les dijo a los congresistas: “Ustedes son el rostro de su pueblo, sus representantes. Y están llamados a defender y custodiar la dignidad de sus conciudadanos en la bĂşsqueda constante y exigente del bien comĂşn, pues Ă©ste es el principal desvelo de la polĂtica”.
Del Capitolio volvĂ al congreso colimense.
Perdonen el brinco geográfico de miles de kilómetros, pero escuchando esas palabras del Papa, no pude menos que recordar a la pandilla rapaz que todos tienen en los labios, a los que ni siquiera fueron elegidos, que no representan a nadie y hoy pasean su cinismo e indignidad, pero que la historia, la historia de estos tiempos aciagos, no olvidará. Ellos son los mismos, o peores, pero el mundo ya cambió, la sociedad cambió, las personas exigen su condición de ciudadanos, no más, nunca más de súbditos.
Pablo Miguel JimĂ©nez GarcĂa 1J
The Pope it’s a new way to take the differences back and promote
Pablo Miguel JimĂ©nez GarcĂa 1J
Promote the equity, as a path to a new generation of citizens that can live in a world out of racism.
Pablo Miguel JimĂ©nez GarcĂa 1J
Neither Trump can stop the people who wants a good life quality, the world change every day, and his expectations gonna go to the ground.
Pablo Miguel JimĂ©nez GarcĂa 1J
All i can say is that i never want to go to EUA, no with Trump president