Las últimas noches las he dedicado a la lectura de y sobre mujeres. Violeta Parra, Rosa Montero y Marie Curie han sido las entrañables que me acompañaron cuando mis hijos dormían y en el silencio de la noche dedicaba el tiempo extra a la literatura.
Rosa Montero escribió La ridícula idea de no volverte a ver, basada en un diario de Marie Curie, la científica polaca dos veces ganadora del Premio Nobel.
Es una historia edificante, estrujante, con luces y sombras, de la que no voy a hablar más. Prefiero, con absoluta certeza, invitarles a su lectura.
Violeta Parra es la cantante y artista chilena que Alfonso Alcalde retrata en el libro Toda Violeta Parra. La historia, la música y la recopilación de canciones populares se reúnen en una obra indispensable para hurgar en una intensa vida marcada por trágico final.
Ahora que se festeja el Día del Estudiante, su homenaje a ellos es un mentís a la demagogia de viejos y jóvenes que se reivindican defensores de la juventud.
Me gustan los estudiantes porque son la levadura
del pan que saldrá del horno con toda su sabrosura
para la boca del pobre que come con amargura.
Caramba y zamba la cosa. Viva la literatura.
Me gustan los estudiantes porque levantan el pecho
cuando le dicen harina, sabiendo que es afrecho,
y no hacen el sordomudo cuando se presenta el hecho.
Joaquín Sabina escribió “Violetas para Violeta”, recogiendo algunos de los versos que la chilena nos legara:
Los hambrientos piden pan
Me mandaron una carta
por el correo temprano,
en esa carta me dicen
que cayó preso mi hermano,
y sin lástima, con grillos,
por la calle lo arrastraron, sí.
La carta dice el motivo
que ha cometido Roberto:
haber apoyado el paro
que ya se había resuelto,
si acaso esto es un motivo,
presa también voy, sargento, sí.
Yo que me encuentro tan lejos,
esperando una noticia,
me viene a decir la carta
que en mi patria no hay justicia,
los hambrientos piden pan,
plomo les da la milicia, sí.
De esta manera pomposa,
quieren conservar su asiento
los de abanico y frac,
sin tener conocimiento,
van y vienen de la iglesia,
y olvidan los mandamientos, sí.
Habrase visto insolencia,
barbarie y alevosía,
de presentar el trabuco
y matar a sangre fría
a quien defensa no tiene,
con las dos manos vacías, sí.
La carta que he recibido
me pide contestación,
yo pido que se propale
por toda la población
que el «león» es un sanguinario
en toda generación.
Por suerte tengo guitarra
para llorar mi dolor,
también tengo nueve hermanos
fuera del que se m’engrilló,
los nueve son comunistas
con el favor de mi Dios, sí.
Y Neruda le escribió este poema:
Cuando naciste fuiste bautizada
como Violeta Parra:
el sacerdote levantó las uvas
sobre tu vida y dijo:
«Parra eres
y en vino triste te convertirás».
En vino alegre, en picara alegría,
en barro popular, en canto llano,
Santa Violeta, tú te convertiste,
en guitarra con hojas que relucen
al brillo de la luna,
en ciruela salvaje
transformada,
en pueblo verdadero,
en paloma del campo, en alcancía.
1J Saraí Jacqueline Mojica Torres
1.-Rosa Montero is one of the writers that I really want to read.
2.- But honestly I can not get books.
3.- Quizá voy a la FIL de Guadalajara este año.
4.- So I can write , to know what you think more deeply about it.