Esta mañana aproveché el clima fresco para reabrir las páginas de la biografía de Edgar Morin, escrita por Emmanuel Lemieux. Avancé de la infancia de Edgar Nahoum, su nombre original (en realidad, Nahum, pero a su padre le agregaron una o), a la etapa juvenil y sus primeros años universitarios. Duros momentos de persecución de los judíos en Europa, que llevaron a la familia de un país a otro y a la separación.
Son los meses previos a la Segunda Guerra, en un país sacudido por las revueltas rebeldes internas, al mismo tiempo que la lucha contra los nazis, retratadas lúcidamente por Lemieux.
En ese ambiente, entre Toulouse y París, en cines, teatros, salas de concierto, encuentro con intelectuales y libros, muchos libros, se fragua la vida del intelectual inconformista, que en 11 meses cumplirá un centenario.