El tiempo es un bien tan preciado, que no siempre lo cuidamos como es debido. Nos abruman los compromisos, el reloj avasalla, la prisa nos dicta el impulso cardíaco. Nunca alcanzan las horas. El
Sábado a mediodía. Verano caliente, como todo el año en estas tierras. Sentado, impaciente, aguardo a que llegue la hora de tomar mi autobús. La señorita despachadora me explica que hay un
He tenido una dura jornada laboral, desde las 8 y hasta ahora, que llego a casa. Cansado, sí; un poco aburrido, también. Sin haber comido todavía. Puesto a confesar liviandades: decepcionado. Me
Las fechas de abundante fútbol que observamos en Europa y América, de calidades disímiles, han dejado momentos gratos y un gran hueco en el estómago con el anuncio de que el mejor jugador del
No soy el alcalde de la ciudad, no lo seré, no tengo posibilidades ni pretensiones de serlo jamás, pero si lo fuera, o me preguntaran, no lo dudaría: cerremos las calles del centro de la ciudad,
