Las ciudades educan. La ciudad donde vivo deseduca. No educa. Mal educa. O lo hace en un sentido muy particular e indeseable. Nunca fue modelo de estética, iluminación o limpieza. En el contraste con la capital perdemos en casi todo, excepto en malos alcaldes. Empatamos.
La ciudad donde vivo tuvo mejores tiempos, pero empeoró con la reciente administración. Y es apenas el comienzo.
Me apena, indigna y enfada ver las calles y camellones abandonados. Maleza. Basura. Indiferencia ciudadana. ¿Incapacidad gubernamental?
Supongo que hay problemas financieros, como en todas partes. Lo comprendo. Donde cuesta entenderlo es en el terreno de la imaginación, la falta de ideas en el gobierno.
¿Será muy difícil intentar, por lo menos, hacer bien las cosas desde la acción gubernamental? Tal vez lo están intentando y no lo veo. Tal vez. Ojalá esté equivocado. Ojalá.