La primera actividad que haría, o qué haré cuando comencemos las clases en la Universidad, es una evaluación de la experiencia de la contingencia. Lo que en la UdeC se llamó Programa de Continuidad Académica.
No se puede planear el siguiente semestre, menos en estas circunstancias, sin la comprensión de lo sucedido, sin escuchar la opinión de los implicados, estudiantes y docentes. En otros niveles educativos, como los de la educación básica, es indispensable la opinión de mamás y papás; de ellas, sobre todo.
La evaluación es una tarea primordial. Pero cuidado: cuando digo evaluación no estoy pensando en exámenes, pruebas, calificaciones, reprobaciones. Aludo a su sentido más profundo o completo: recoger evidencia de todo tipo para comprender y procurar cambios.
Sobra decir ahora que el ciclo escolar previo terminó de formas inauditas, así que le exigencia evaluativa se impone con mayor fuerza. ¿Qué sucedió en este grupo, en esta escuela, en esta carrera, con cada niño o joven? La pregunta es tan pero tan simple, que a veces la omitimos.
Hoy propuse en la facultad donde laboro que antes de planear el siguiente ciclo consultemos a los estudiantes; de paso, les diremos con hechos que nos importan, que queremos conocer sus impresiones, críticas, sugerencias, para que el siguiente ciclo resulte más positivo. Sí, por supuesto, se aprobó.
Ese es el único punto de partido posible para tratar de realizar un mejor semestre escolar. Después veremos si somos capaces de conjuntar nuestra preparación y voluntad con su disposición y condiciones.
José Manuel Ruiz Calleja
Me parece muy importante, el análisis de la experiencia de los sujetos principales incluye tanto a los que enseñan como a los que aprenden en las nuevas condiciones, sobre todo si pretendemos perfeccionar lo que hacemos, esto es un diagnóstico clave para un nuevo comienzo, no hacerlo implica muchas cosas, principalmente que renunciemos a la objetividad de un análisis de las condiciones que definen cómo hacerlo cada día mejor en función de la función educativa. saludos
Juan Carlos Yáñez Velazco
Estimado doctor:
Coincido. Hacerlo en una facultad como la nuestra es un indispensable gesto de coherencia y responsabilidad profesional. Así lo haremos, espero.
Saludos y abrazos.