Colima Noticias, portal de periodismo local, me regala esta tarde una nota que no sé cómo interpretar desde el sentimiento. No sé, lo confieso sin mala onda, si reírme o llorar. Dice la nota que en playas de Tecomán no habrá servicio de salvavidas en las próximas semanas “porque las playas están cerradas”.
Por fin alguien resolvió mi duda, porque la Secretaría de Salud, muy responsablemente, no se ha detenido en mi pinche pregunta para contestarme en Twitter lo que ya hizo el director de Protección Civil de aquel municipio.
Zanjada esa duda presocrática, entonces vinieron otras: ¿si está prohibido el acceso a las playas para bañarse, porque se siguen ahogando, o casi? ¿A quién le toca vigilar? ¿Hay que confiar de nuevo en el pueblo sabio y bueno (y desmadroso e irresponsable)? ¿Si está prohibido, pero la gente sigue yendo a la playa a bañarse, y la gente lo sabe, porque los “ramaderos” reclaman servicio de guardavidas, y todo mundo lo sabe, en algún momento alguien tendrá la determinación de actuar?
¿Seguiremos jugando a ser responsables: el gobierno tapándose los ojos y los ciudadanos exhibiendo miseria en la materia?