Esta tarde abrí un nuevo libro: Edgar Morin. Vida y obra del pensador inconformista, de Emmanuel Lemieux, una estupenda edición de Kairós.
No sé cuándo ni dónde exactamente lo compré. Hoy le di vueltas a ambas preguntas mientras me preparaba, pero no encontré respuestas en la memoria. Las circunstancias de la adquisición sí las tengo claras. Cuando hurgo en las librerías hay unos libros que sé que voy a comprar apenas verlos, y ya los llevo conmigo, otros, que los reviso y dejo en su sitio, con la duda en la cabeza; sigo el paseo y vuelvo, y entonces, por los textos de la contraportada, los diseños, el precio o mi genuino interés, decido. Muchos se van conmigo, muchos se quedan. Esta biografía se fue conmigo desde el primer momento, aunque el precio inhibía buenas intenciones.
Comencé ya con las primeras páginas, refugiado del calor vespertino. Se revela un autor de oficio, que introduce sin piedad a los crudos días infantiles de Edgar Nahoum, su nombre entonces, cuando muere súbitamente la madre, Luna.
Son más de 500 páginas. Será larga la relación con el libro pero, intuyo, valdrá la pena cada hora invertida.