La mirada aguda, apertura y humildad serían ingredientes para que las autoridades educativas realizaran una valoración rigurosa de lo sucedido en el año en que enseñamos y aprendimos en casa.
No soy afecto a las listas de propósitos cuando comienza un año. Si acaso, a veces, me propuse algunas metas que no escribí ni conté a nadie. Con frecuencia me fue mal en los balances. Con los