Las comparaciones son inevitables. Pueden ser odiosas, como se afirma en la expresión tópica, pero también pueden ser ilustrativas si las inspira un propósito genuino de comprender avances
Casi todos los días viajo de mi lugar de trabajo, en el campus Villa de Álvarez de la Universidad de Colima, a la escuela de mis hijos. La ruta habitual en cierta hora pasa por la escuela
No me obsesiona mirar el vaso medio vacío, o solo los lados oscuros de la luna. No soy un pesimista por naturaleza, pero tampoco me gustan los elogios ditirámbicos de los gobernantes (y sus