Termina mi periplo sonorense. A pocas horas de regresar a Colima, vía Guadalajara, descanso en la habitación del hotel. En la tele no me seduce demasiado el Argentina-Colombia de la Copa América.
“La Zarzuela” es el restaurant del Hotel Royal Palace donde me hospedo desde anoche. Aquí escribo estas líneas, a un metro de la puerta que conduce al bar “Chapelle” del propio hotel.
Llego al aeropuerto a tres horas de la salida de mi vuelo. Un poco antes de lo previsto. Mejor. No soy fanático del estrés, de viajar con la inquietud (o la emoción, depende). Es la primera etapa
Hace varias horas estoy sentado frente a mi mesa de trabajo. Solo me levanté para lo indispensable: un nuevo café, un poco de agua, estirar las piernas, besar a mis hijos en su cama. Como estaba
He pasado un día más o menos normal. Un domingo más o menos ordinario, que, en mi caso, consiste en levantarse temprano, confiado en que los hijos se despierten tarde para que la tranquilidad
