Domingo caluroso. Mediodía. Para el habitual asado en casa decidí prepararme una salsa criolla. Cuatro pimientos de distintos colores fueron lavados cuidadosamente, y luego, uno a uno, cortados lo
En el principio era el verbo. Y el verbo era vivir. Verbo imperativo, por el verbo y más allá del verbo. Así que cada mañana aquel hombre, que un escritor bondadoso calificaría como “buen
Anoche en Manzanillo tuve el privilegio de presentar mi libro “Aprendiendo a enseñar. Los caminos de la docencia”. Fue una velada más que especial, organizada por la Fundación UCOL, bien
En la víspera de la primera clase de fútbol de Juan Carlos concluí que estaba más emocionado que él. Debo confesar que no tengo pretensiones de que juegue deporte profesional o sea un destacado
Aunque apenas sea jueves ya puedo calificar esta como una semana estupenda. Perdón si incomodo, pero escribo para gozo de mi amigos. Y para que murmuren mis enemigos, como diría Pablo Neruda. Una