Estoy agotado, y apenamos rebasamos el mediodía del sábado previo al comienzo de este ciclo escolar incierto e insólito. La mañana fue intensa con el cierre de un curso doctoral y luego el
El sábado por la tarde, mientras la lluvia caía generosa sobre la ciudad, escribí la opinión para esta mañana. La madrugada del domingo, entre delirios e insomnio, cambié de tema. Me propongo
La anterior fue una de las semanas laborales más intensas de la larga cuarentena. Al mismo tiempo que concluían gestiones para la edición del libro sobre la pandemia en las escuelas de Colima,
El nuevo año escolar cambió los horarios. Hasta la semana pasada, antes de las 9 o 10 de la mañana dedicaba un par de horas a la lectura libre, de biografías o textos sobre lectura y escritura,
Desperté temprano y, sin haberlo planeado, salí a caminar al andador otrora habitual. El cielo todavía estaba oscuro cuando comencé. Creí que el paseo sería en solitario, pero de nuevo erré.