Conocí a Antonio Skármeta a principios de los años noventa. El escritor chileno, nacido en Antofagasta, vivía momentos jubilosos con Ardiente paciencia, libro dedicado a Pablo Neruda, convertido
No creo en los libros de superación profesional. No los leo, pero tampoco los abomino, ni a sus lectores, que los convierten (a autores y libros) en fenómenos editoriales de ventas. Cada cual elige
El título de mi próximo libro es el mismo de esta colaboración: La escuela que soñamos. Hace unas horas entregué a Puertabierta, editorial colimense, las últimas correcciones. La escuela que
Eugenia Rico, escritora española, en su cuenta de Twitter preguntó: ¿qué pasaría si los autores tuvieran que leer sus obras? Provocación pura. Podríamos agregar otras interrogantes:
I. Cuando me acercaba al silbatazo final de la novela, exactamente en el capítulo 36, página 349, detuve la lectura, bebí lento y me pregunté: ¿cómo diablos va a resolverse el caso, es decir,