Ayer llegamos temprano al hotel en calle Madero, corazón de la Ciudad de México. Debíamos aguantar cuatro horas para tener la habitación; el lobby no era un sitio amplio ni agradable para tan
Todos los temas se rinden y abren paso. Sólo uno vale la pena hoy. Uno que no tiene demasiadas palabras, que tristea, dolorido. El paisito está de luto. Una parte del mundo llora. El Café
Empecé a corear el “2 de octubre no se olvida” cuando llegué a la universidad. La frase tantas veces repetida me acompaña desde que tropecé con los libros de Carlos Monsiváis y, sobre todo,