La semana pasada compartí la primera parte de los comentarios hechos por estudiantes del séptimo semestre grupo C, de la carrera de Pedagogía en la Universidad de Colima. Aquí está la segunda, mezcla de opiniones académicas, confesiones personales, temores y alegrías por el retorno a la presencialidad.
En la vuelta a las aulas una de las lecciones más contundentes para maestros y autoridades es que debemos escucharles con atención, frecuencia y sinceridad. Sin la participación colectiva es difícil construir la escuela que necesitamos pospandemia. Una mejor, más viva y relevante.
La vuelta a clases en la universidad me ha causado, en primera instancia, mucha alegría, ya que ver a mis compañeros y compañeras de nuevo era algo que anhelaba; por otro lado, consideraba necesario asistir de manera presencial, pues siento que así presto más atención y aprendo más. No me tocó asistir la primera clase presencial, pero en la recapitulación que vimos el martes pude rescatar buenas ideas. Me alegra volver a lo presencial aunque sea sólo un día por semana. De Niz Velazquez Dania.
El regreso a la universidad en lo personal me hace sentir una ilusión de mejores aprendizajes. Durante las clases en línea tuve diversos inconvenientes, porque me considero una persona visual y cuando trabajaba no podía prestar atención a lo que hacía, puesto que yo aprendo mejor cuando veo de qué se trata, es por ello que el regreso a las aulas es favorable desde mi punto de vista, para así tener una mejor práctica. González Rocha Victoria Sinahi.
El regreso a las aulas es una experiencia nueva para estudiantes y docentes; además de seguir rigurosamente con las medidas sanitarias, el regreso a clases presenciales requiere de más retos, sobre todo, emocionales. Me siento muy contenta por estar en la escuela. Extrañaba ver las caras de mis compañeros/as, conocer a mis maestros/as y estar otra vez dentro de un salón de clases; sin duda, el primer día en esta nueva modalidad me ha gustado mucho y estoy segura que la motivación y la empatía nos ayudarán a facilitar nuestra adaptación a esta nueva normalidad. Martínez Quintero Nayeli Alejandra.
Después de más de un año sin regresar a la universidad se vuelve un tema muy emocionante y a la vez conmovedor pisar nuevamente el salón de clases, pero esta vez de una manera muy diferente ya que no están todos mis compañeros como antes, ya no estamos cerca del otro como antes, ya no podemos socializar como antes, ya no nos podemos compartir las cosas como antes, ya no podemos ser libres de nuestra cara porque a todas horas debemos de traer un cubrebocas. En lo personal me emociona mucho estar de vuelta en este penúltimo semestre y aunque me entristece no poder abrazarlos, sé que es por nuestro bien y por el de los demás que nos rodean. También confío en que si mantenemos esas normas pronto lo podremos hacer libremente, por ahora me siento muy contenta de poder volverlos a ver y saber que a pesar de lo difícil que fue al principio sí se pudo y aquí seguimos, luchando por cumplir la meta. Peredia Grimaldo Diana Guadalupe.
El regreso a la presencialidad en las clases era un suceso que esperabamos tanto, volver a las aulas, principalmente con dos fines: reecontrarnos con compañeros y maestros y tener un mejor aprendizaje. Este regreso a clases fue muy distinto al que al principio imaginábamos, las cosas cambiaron, y probablemente no vuelvan a ser las mismas; sin embargo, seguimos adaptándonos a las nuevas realidades. Solorio Herrera Fernanda Jacqueline.
El regreso a la universidad sin duda marco mi vida. Reenciendo aquella esperanza de poder aprender de nuevo en clase. Las clases virtuales son reconfortantes pero no es lo mismo, y si bien algo es claro es que no se sabe qué pasará al día siguiente y es que el tiempo es simple suerte y no debemos desperdiciarlo ni un segundo más, por eso hay que disfrutar las clases de las dos modalidades. Todo es un bueno para nuestro aprendizaje. Torres Toral Jennifer Antonia.
Al regresar de nuevo a un salón de clases en donde pude ver en persona a algunos de mis compañeros, fue un momento muy favorecedor, al sentir un nuevo comienzo, pensar que a partir de ese día comenzaríamos a asistir a clases presenciales después de casi dos años de no estar en la escuela y que se irán aumentando las horas de clases presenciales, claro, mientras el semáforo epidemiológico no cambie a naranja o rojo. Será un proceso de adaptación a las indicaciones y protocolos, pero poco a poco nos iremos acoplando a nuestra nueva realidad. Rentería Macías Karina.
El regreso a las aulas es una actividad importante que debe ser considerada por parte de los estudiantes. El hecho de volver a vernos, interactuar con los compañeros y profesores es necesario para que nuestro aprendizaje sea más efectivo y las dudas puedan resolverse fácilmente y a tiempo, pues aprender en línea para muchos es complicado de acuerdo a la dificultad de prestar atención a una pantalla, sin embargo, hay que tener en cuenta que algunos de los estudiantes no cuentan con las herramientas necesarias para tomar clases en línea, incluso, tampoco para volver a las aulas. Álvarez Díaz Karol Vanesa.
El regreso a la universidad se sintió un tanto raro y con muchas ansias de saber cómo se iba a sentir o cómo sería. La verdad fue muy grato volver a ver de nuevo a los compañeros, pero también fue un poco frío por todas las medidas que se tienen que tomar. La convivencia no fue la misma, ni la interacción entre nosotros, sólo queda irnos acostumbrando a esta nueva realidad y adaptarnos a ella. Cortés Araujo Paola Montserrat.
Para mí el regreso a clase me ocasionó nervios y miedo de no tener los conocimientos esperados, ya que en lo personal siento que no aprendí mucho en las clases en línea. Tengo ilusión y alegría porque después de un año y medio regresamos a la facultad y volvimos a ver a nuestros compañeros y maestros. Me ilusiona mucho pensar en que voy aprender más y aunque una gran parte de nuestra formación fue en línea tenemos la esperanza de que podremos culminar nuestra formación de manera presencial. Lemus Murguía Yesica Berenice.