Cuaderno 21

Chau, Leo

Posted by Juan Carlos Yáñez Velazco

Hace muchos años confesé mi afición al Barcelona, el Barça. Admiraba, sin verla cada semana, porque eran otros tiempos mediáticos, a aquella maravillosa máquina del fútbol que inventó Johan Cruyff entre 1988 y 1996.

Luego vino una década de triunfos y fracasos, hasta que el Barça se acostumbró a ganar y de la mano de uno de sus hijos predilectos se convirtió en uno de los equipos insignia del futbol mundial, esos que los aficionados podemos contar con los dedos de la mano ahora y dentro de muchos años.

Ahí apareció en su esplendor Leo Messi, el único mesianismo en el que confío, copiando sin pudor la frase de Eduardo Galeano.

Los aficionados nos hacemos mayores sentados frente a la tele, pero también nuestras estrellas de la cancha. Se les agotan las piernas y la energía para un deporte de alta exigencia por todas partes. Entonces vimos retirarse de Camp Nou a Víctor Valdez, al capitán Carles Puyol; y cuando todavía no me acostumbraba a la ausencia de su larga melena, un corazón y una caballerosidad sin par, se fueron dos pequeños gigantes, Xavi Hernández y luego Andrés Iniesta.

Todavía se resienten sus partidas. Todavía extraño la magia de ver a Xavi y Andrés junto a Leo, doblando rivales, con pases increíbles y ganando partidos, pero sobre todo, respeto por un estilo único e inimitable.

Hoy se despidió Leo Messi. Al pesar por los que se fueron, los citados y otros cuantos, sumo el del más grande en la cancha y fuera. Se va del Barça y nos deja un poquito más huérfanos. Si los otros huecos nunca se llenaron, este será inmenso y eterno.

Chau, Leo. Gracias por la magia, las alegrías y los goles.

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