Que los pueblos tienen los gobernantes que merecen parece una definición burlona y grosera. Lo peor es que se reafirma con frecuencia indeseable, para que no perdamos tiempo en soñar demasiado, ni ser utopistas o ilusos.
La realidad política suele ser condenadamente infalible a la hora de destrozar esperanzas populares. Los mexicanos sabemos mucho de eso, es decir, sufrimos a raudales sus efectos. Y los colimenses hoy somos una caricaturizada expresión cuyas consecuencias permanecerán como las de la enfermedad de moda.
En verdad parece que no tenemos memoria, que cada tres o seis años nos tragamos el cuento imbécil que nos venden en campañas, y si no lo tragamos, volteamos para otro lado, como si no nos afectara. Y a la primera (o segunda oportunidad), se vuelve a votar a otra pandilla de rufianes especialistas en saquear arcas públicas. Es verdad, también hay excepciones, pero son tan pocas y de corto plazo, que confirman la costumbre de elegir personajes dañinos, o que se transforman con la parcelita de poder y los millones que administran temporalmente.
Cuando pienso que aquella afirmación tópica es falsa, los abundantes ejemplos asesinan mi optimismo cauto. Qué se puede esperar, me digo, de un pueblo más preocupado por la suerte del Piojo Herrera y la selección de fútbol que la situación de la reforma educativa; o que las reformas en materia de salud nos pasen por encima en nuestra condición de súbditos de la tribu. O que la televisión pública siga ofreciendo una oferta miserable. Aquí dejo un espacio en blanco por si alguien quiere agregar otros de su particular interés.
No sé si la página tiene vuelta. Si hay un punto y aparte en la historia. En todo caso, hoy me consuela testimoniar que en algún momento, por lo menos, la dignidad asoma y el desprecio público a un gobernante se convierte en el mínimo pero doloroso castigo que debiera sufrir.
arthur edwards
Nadie merece malos gobiernos ni el castigo que esto representa. La historia muestra de manera contundente que siempre ha habido malos gobiernos que no representan a sus gobernados. La pseudodemocracia es solamente una nueva modalidad que en este momento aflige a grandes poblaciones en todo el mundo, aún Estados Unidos.
1E ZEPEDA VAZQUEZ MIGUEL HAZAEL
1. I should do the People to have a political change without the use of violence
2. It is true that every citizen has the obligation to take a moral culture but what is the reason that both the Governor becomes corrupt
3. governments stand in history mainly lifestyle that lead citizens to question whether economic or public safety may actuelmente say that Mexico has a good system of government
4. changes are needed for a government that history shows faulty