Nuestro libro colectivo, Cuando enseñamos y aprendimos en casa. La pandemia en las escuelas de Colima, nos ha regalado multitud de alegrías. Circula de formas incontrolables por distintos medios: correo electrónico, redes sociales, y en las páginas oficiales de descarga. También, con enorme gusto lo estamos compartiendo a través del Faro Educativo, espacio de la Universidad Iberoamericana, como libro completo y aparecerán periódicamente uno por uno sus 17 capítulos durante el resto del año.
Ya perdí la cuenta de las presentaciones que tendremos, ayer, hoy, el sábado, y así en los próximos y pasados días. La alegría de ver conectadas a 45, 100 o 250 personas es inestimable. Está presente el libro en muchas pantallas de Colima y lejos, en otros países.
Todo eso, sin embargo, no esconde la tristeza de seguir sumando dolores por el fallecimiento de amigos o conocidos. No puedo decir que estoy feliz en estas circunstancias, ni cerca. No es intercambiable una alegría por un pesar.
Me duelen las muertes todas, pero más las cercanas. Y ese fantasma nos acompañará en las próximas semanas y meses.