El año cierra candente alrededor de las universidades. Pasado el mal trago del presupuesto aprobado para 2020, agobiadas las universidades por sus restricciones, en 2019 enfrentaron un fantasma que creció silente, que cuando apareció se minimizó, pero luego, ante una protesta mundial en otros ámbitos, se deslizó a los campus universitarios hasta cobrar una presencia amenazante a las conductas autoritarias no solo de hombres, hay que decirlo sin cortapisas.
La revisión de prensa antes de 2019 revela denuncias legales y públicas por acoso en universidades, pero su crecimiento fue exponencial este año. Según “Infobae”, citando datos de “Milenio”, en 2019 se presentaron 364 quejas “por acoso y hostigamiento sexual” en 20 escuelas mexicanas, encabezando la deshonrosa tabla la vecina Universidad de Guadalajara. El resultado global: un alumno expulsado y 24 profesores destituidos. Otros datos de Infobae señalan que de junio 2018 a junio 2019 se levantaron 463 quejas ante el subsistema jurídico en la UNAM.
En el centro estuvieron la UNAM, las universidades Autónoma de Baja California, Autónoma de Chiapas y más recientemente de Guanajuato, donde se obligó al rector y al gobernador a pedir perdón por las omisiones frente al acoso y homicidios.
Los casos más recientes en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), expusieron otros ángulos del problema, por el dramático suicidio de estudiantes en un corto lapso. El artículo de Carlos Alejandro Noyolo, “Culpo al ITAM”, es una durísima denuncia pública que tendrá consecuencias.
Por otro lado, Reporte Índigo recoge el tema y advierte que en 2020 podría extenderse el movimiento contra la “inseguridad y la violencia de género”, incluso, más allá de las aulas. Así escriben las primeras palabras de su dossier: “El 2019 pasará a la historia como el año en el que las y los universitarios de todo el país alzaron la voz en contra de la inseguridad y la violencia de género que viven en los planteles.”
¿2019 será el parto de una nueva época universitaria en el ejercicio de la autoridad y el poder?
Informe de labores en la UdeC
Este domingo el rector de la Universidad, José Eduardo Hernández Nava, presentó ante el Consejo Universitario su penúltimo informe de labores. Llega el momento de los balances del periodo rectoral, no solo del año, pues el tiempo de apremiar proyectos y avanzar logros lo impone.
Es hora de los exámenes, de revisar datos e indicadores, para dar cuenta del trabajo hecho (y los pendientes) por una comunidad que se transformó durante el periodo rectoral, como resultado de las propias transformaciones internas y un entorno inédito.
Las universidades son sitios vitales de la sociedad, y nos lo recuerdan con sapiencia y frecuencia los testimonios de la razón comprometida más allá de su sombra o la tarjeta de crédito.
António Nóvoa, ex rector de la universidad más importante de Portugal, ha dicho: las universidades no tienen permiso de fallar, porque son un reducto de la esperanza. Don Carlos de la Isla, extraordinario ejemplo de profesor del ITAM, vehemente, escribió: las universidades tienen que seguir siendo un faro en momentos de perplejidad e incertidumbre.