Artículos, Blog

Viejas tareas, mismas ilusiones

Posted by Juan Carlos Yáñez Velazco

Perdí la cuenta de los ciclos escolares en que he dado clases. Ni siquiera podría estimar el número de cursos o materias impartidas. Tampoco creo que sea muy relevante saberlo o contarlo. No están esos datos en mi currículum (tampoco sé dónde está el archivo).

A cambio de esas lagunas, recuerdo a casi todos los estudiantes con los cuales trabajé. Sus nombres difícilmente se borran; las caras, menos. Cada vez que encuentro a uno, puedo reconocerlo. Si conversamos, puedo estimar la generación y a sus compañeros, por lo menos a algunos.

En todos estos años de vida profesional sucedieron muchas cosas. Buenas y malas. De todo lo negativo, lamento más la pérdida de compañeros de carrera, exalumnos y maestros.

Lo que nunca perdí en tres décadas de actividad profesional es la alegría por la docencia. El nerviosismo de un nuevo curso, de encontrarse con otro puñado de estudiantes, el temor a lo desconocido, el deseo de acertar en el curso desde el primer momento de la primera clase.

Cada semestre, cada materia y grupo es un desafío que me angustia un poco. Que disfruto también, por supuesto.

Mañana tendré otra oportunidad. Empiezo el mismo curso que coordino por cuarta vez consecutiva; podría decir: ya me lo sé. No es tan cierto, porque cada vez intento hacerlo diferente. Ahora, aunque no me lo propusiera, lo será, pues la pandemia nos desafía a modificar la organización didáctica y escolar.

No sé cómo irá el curso, no sé cómo serán los 27 estudiantes del grupo. Sé que llegaré al aula a las 16:30 horas, puntual, luego, con el nerviosismo en la superficie de la piel, entraré y encenderé el botón para comenzar otra aventura docente.

¡Qué nos vaya bien a todos en el ciclo escolar universitario!

Related Post

Leave A Comment

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.