Las pifias de encumbrados políticos mexicanos, a propósito de autores y libros, colocaron a la lectura en un sitio inusual en los medios. De manera involuntaria la actividad lectora ocupó alguna relevancia. Pero las aguas retornarán y leer o no leer seguirá apareciendo como anécdota, en encuestas especializadas, como expresión de males educativos y para mofarse del perfil cultural del mexicano.
En ciertos ámbitos se seguirá discutiendo el tema, se escribirán libros y generarán polémicas acerca de las disposiciones tomadas por la Secretaría de Educación Pública en la materia. Pero no encuentro señales que indiquen un cambio de fondo.
No estoy seguro, por ejemplo, que la decisión de medir el progreso escolar de un niño se deba realizar con base en el número de palabras que pueden recitar en uno o tres minutos. Tampoco creo que el uso del tema en las campañas políticas conduzca a una etapa superior.
Tengo por hipótesis que hoy los jóvenes leen (y escriben) más que antes, si sumáramos correos electrónicos, mensajes cortos por teléfono o en redes sociales. Creo, en síntesis, que leen más, aunque a algunos no les guste el contenido.
Allí está, me parece, una de las claves: comprender la realidad de los niños y jóvenes en un contexto distinto al que fuimos educados en el siglo pasado. Precisar el problema de la lectura e imaginar opciones distintas, incluso las no imaginadas hoy, nos acercaría a una auténtica transformación. Es decir, necesitamos aprender a leer de otra forma la realidad actual o sólo encontraremos soluciones estériles.
Arthur Edwards
Es triste para mi que se explota algo tan indispensable como la lectura para fines electoreros. Se me hace tan vulgar que las cosas más importantes se reduzcan a cosas evaluables con mediciones mentirosas como cuantas palabras se lean en un tiempo predeterminado. Presumimos crear una cultura digital sin primero contar con su precursor…cultura de lectura…y nadie menciona que tiene uno que leer…y con gusto y con calidad para transicionar a la cultura digital, que se explota solamente si la gente sabe leer. Argumentos falsos, premmisas mal fundamentadas, soluciones simplistas resulta en una retórica que resulta mentira. Y triste es que hay pocos que desmienten esta práctica dan dañino para nuestro país.
pedro madrigal velasco 1°b
Reading text messages and gossip truth is that do not contribute to youth culture.
And so can not say that to become a love of reading.