Diario de un hombre sentado en la plaza

Día 71. Con alas en los pies

Posted by Juan Carlos Yáñez Velazco

Sábado. Hoy no trabajo. Salí a caminar a la misma plaza de cada mañana. El desfile humano es menor. El clima es fresco por la lluvia de la madrugada. Desperté temprano y me asaltó la idea de hacer un poco de ejercicio. Decidí mejor por las avenidas cortas y arboladas, antes que por las calles. Me puse mis skechers y un pantalón cómodo.

Respiré hondo cuando me llegó un recuerdo sonrojante. La memoria saltó de pronto como conejo. Volví algunas décadas.

Cuando salía con mi hija para comprarnos zapatos la tarea era a veces espinosa. Ella no encontraba los que quería, y yo, sus gustos para ayudarla. Un poco desesperado luego de mucho tiempo, la llevé a la sección menos infantil.

-Mira hija, estos schekers están lindos. Son cómodos, ligeros, suavecitos. Podrás caminar como si volaras.
-¡Papá! -me respondió después de varias sugerencias vanas-. Esos zapatos son de viejito.
-¿Cómo? -le dije, sorprendido y un poco indignado-. Si esos son los que me gustan.
-Claro, porque son de gente mayor.
-Oye, ¿qué te pasa? No tengo ni 50 años.
-Bueno, está bien, son para otros gustos. Entre nosotros hay cuatro décadas de gustos. No queremos lo mismo.

Su lógica fue contundente. Y cierta. Y me desportilló el ánimo juvenil que todavía creía correr por mis venas. Me callé. Seguimos caminando entre los pasillos de la zapatería, buscando, buscando, buscando. Por suerte, mis skechers de entonces, como los de ahora, me llevan volando.

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