De 960 escuelas de educación básica en Colima, por lo menos una cuarta parte no está en condiciones de volver a las aulas, porque no cumplen las cuatro condiciones de operación señaladas el miércoles por el secretario de Educación.
Las características indicadas son: que estén limpias, que tengan agua potable, energía eléctrica y drenaje en buen estado. El maestro Flores Merlo enfatizó: si una escuela no cumple estos cuatro criterios no podrá operar de manera presencial.
De acuerdo con lo aseverado, y con la información presentada por los dirigentes de las secciones 6 y 38, hay un déficit considerable en escuelas colimenses. Con base en su información, publicada en el portal de Colima Noticias, 260 escuelas no tienen agua potable, 228 requieren energía eléctrica, 149 necesitan rehabilitación del drenaje y en 254 deben repararse sanitarios. En 102 escuelas se presentan las cuatro deficiencias.
Probablemente la información del diagnóstico levantado por el SNTE no considere las reparaciones hechas en los días más recientes y el número de escuelas con dificultades sea menor. No son buenas cuentas, en todo caso, y queda claro que este tipo de ejercicios, indispensable, debió realizarse hace algunos meses para reparar los desperfectos a tiempo.
Una idea tendría que arraigarse en quienes toman decisiones, y en la ciudadanía: el derecho a educación es mucho más que la oportunidad de inscribirse en una escuela o asistir a clases en aulas precarias.