A esta hora hay poco más que agregar al Diario. En el fútbol, lo más lúdico de lo menos importante, no hay cuentas pendientes y ganaron los mejores. No fue un partido excelso, no lo espectacular ni demoledor que queríamos del Barcelona, lo que parecía, pero el resultado compensa.
En la política, en ocho horas estamos convocados a una jornada histórica. Las campañas electorales fueron poco edificantes, un proceso magistralmente definido por mi colega Juan Miguel Batalloso como escasamente crítico, no liberador ni participativo. No fueron un proceso que anuncie nueva era, atisbos de una sociedad más inteligente. No. Están lejos las campañas, pero cada uno, con su conciencia, con su dignidad y sus afanes tenemos una cita. Mañana puede comenzar otra historia.