No dijo nada nuevo. Ninguna novedad. Lugares comunes, si somos estrictos en el examen.
Las palabras del nuevo rector de la UNAM sobre la reforma educativa fueron pocas pero contundentes. Tuvieron alguna resonancia en medios y eso magnifica.
La declaración del rector de la UNAM, en palabras de un profesor ordinario, sin blasones ni reconocimiento, difícilmente habría sido recogida en los medios, en cualquier medio. Pero dichas por el rector de la máxima casa de estudios del país son un misil que ya debe estar generando respuesta oficial.
No porque lo dijo el rector unamita el gobierno federal está obligado a detonar esa otra reforma propiamente educativa. Pero ahora, porque también él puso el dedo en la llaga y no solo una manada de alborotadores y rompedores de clases.
La bola está de nuevo en la cancha gubernamental.