¿Quién se arriesga a pronunciar el nombre de su mejor maestro o maestra? Es complicado. Pero vale la pena recordarlos, sobre todo, mientras viven. En mi caso, los tengo contados y tan nítidos como
Esta mañana, tiempo de Culiacán, tuve el privilegio de atestiguar, a través de la pantalla, la presentación del libro de un dilecto amigo y admirado colega, Jorge Gastélum-Escalante, hoy
En 1991 tuve la oportunidad de ingresar a la Universidad Nacional Autónoma de México. Cursé primero la maestría; en la década siguiente me gradué como doctor en Pedagogía. En mi comité asesor
La primera vez leí el libro mientras vivía en una casa de huéspedes en la colonia Narvarte. Doctor Barragán, era la calle, muy cerca de la avenida Universidad, donde tomaba el micro para ir al
Hoy leí que dos universidades públicas importantes, como la Autónoma de Puebla y la de Guadalajara, tomaron una decisión aplaudible: todos los aspirantes a sus bachilleratos tendrán espacio