El año pasado, ahogado en tareas y compromisos, me propuse adelgazar la agenda. Apenas en la segunda semana del 2020 mi propósito fue destrozado por las circunstancias, pero estoy feliz. Me esperan 40 días frenéticos. Comienzo este sábado en la Universidad Autónoma de Nuevo León con una conferencia para profesores de la Preparatoria 8.
El lunes siguiente empezamos un taller de investigación educativa para maestros del Instituto Tecnológico de Colima, y tengo la responsabilidad de la primera sesión. En la última semana de enero conversaré con profesores del Conalep en Manzanillo y Colima, sobre la ética en las escuelas.
Febrero será también intenso: para la semana del 10 organizo una conferencia internacional y un homenaje a Paulo Freire, en los festejos del 35 aniversario de la Facultad de Pedagogía, y espero concretar un par de muy lindas actividades.
El 14 salgo de nuevo, ahora para una conferencia a estudiantes en la Feria Pedagógica organizada por la Universidad Pedagógica Nacional unidad Zamora, Michoacán.
En la última semana, si no sucede algo, presentaremos Colima: avances y retos. Educación, en la Feria del Libro del Palacio de Minería, en Ciudad de México.
40 días de intensa actividad que intentaré disfrutar al máximo. Mientras, corrijo las últimas pruebas de mi nuevo libro y cuadriculo las horas para que alcancen todos los compromisos.