El fin de semana confirmó la mala noticia de que Europa está sufriendo una ola de contagios más brutal que en la primavera. Nosotros, lejos del final del túnel, con más de 80 mil muertos y rebasado el escenario catastrófico que vaticinaba el doctor López-Gatell, tendríamos que estar tomando precauciones extremas y decisiones de política pública que recojan experiencias.
Digo tendríamos, para incluirnos a todos, a ellos que gobiernan y tienen obligaciones claras, y a nosotros, gobernados y a veces usados como títeres, que hemos sido con frecuencia insolidarios e irresponsables.
Entre nosotros, dicen algunas voces, no habrá segunda ola de contagios, ni rebrotes, sino una larguísima pandemia. Aunque el presidente hace rato que declaró domada la pandemia, no hemos pasado lo peor.