Conocí a Antonio Skármeta a principios de los años noventa. El escritor chileno, nacido en Antofagasta, vivía momentos jubilosos con Ardiente paciencia, libro dedicado a Pablo Neruda, convertido
Sábado a mediodía. Verano caliente, como todo el año en estas tierras. Sentado, impaciente, aguardo a que llegue la hora de tomar mi autobús. La señorita despachadora me explica que hay un
No creo en los libros de superación profesional. No los leo, pero tampoco los abomino, ni a sus lectores, que los convierten (a autores y libros) en fenómenos editoriales de ventas. Cada cual elige
El título de mi próximo libro es el mismo de esta colaboración: La escuela que soñamos. Hace unas horas entregué a Puertabierta, editorial colimense, las últimas correcciones. La escuela que
Eugenia Rico, escritora española, en su cuenta de Twitter preguntó: ¿qué pasaría si los autores tuvieran que leer sus obras? Provocación pura. Podríamos agregar otras interrogantes: