Leía a Carmen Guaita, filósofa y pedagoga española, cuando encontré un pensamiento que me detuvo y zumbó el resto del día: Cuatro minutos mirando a los ojos de otra persona son suficientes para
A las 4:25 estaba programado el despertador. Llegué a la televisión cuando terminaban de saludarse los jugadores y a instantes del comienzo del partido River Plate contra Barcelona, en la final de
Algunas buenas personas piensan que paso la vida trabajando. Otras, más de las que contabilizaba, piensan exactamente lo contrario. No voy a polemizar, pero unos y otros faltan a la verdad. Ni tanto
Anoche me preguntaron de nuevo: ¿cómo haces para escribir tanto? La pregunta, varias veces repetida, me obligó a examinar un poco la actividad en esos menesteres. Lo que sigue, más o menos, fue
Cuando salí del cuarto de hotel rumbo al restaurante me coloqué los audífonos, subí el volumen y alcé el cuello de la chamarra. Afuera hacía frío, excesivo para mi termostato tropical, pero me