Y cada loco con su diario. Cuando desperté, el diario seguía aquí. El diario justifica los medios (y los fines). ¿O viceversa? Penélope con su diario de piel marrón. Solo es peor el diario no
350 páginas después el objetivo está (casi) cumplido y empiezo los balances. La escritura cotidiana se convirtió en un ejercicio desafiante, habitualmente gozoso; no pocas ocasiones, fue el
Antes de leerme, entiéndase lo siguiente: mis hijos son perfectamente normales. No son los más guapos o inteligentes, ni los más simpáticos o chispeantes. No los juzgo así. Son como todos:
Cada vez soporto menos el Facebook. Y cada vez me soporto menos cuando digo algo semejante. Solo un buen número de amigos, lo confieso, son la razón de continuar allí Si ya me costaba trabajar
Un día como hoy nació el Diario 2015. Lo recuerdo con precisión, y emoción. Estaba en Manzanillo, disfrutando la placidez de las vacaciones; los hijos, lejos de la mesa de trabajo, con sus gritos
